La salud espiritual es un elemento indispensable para el bienestar de las personas, ya que esta influye de manera directa en la conexión con la vida, con el entorno y con el propósito, partiendo desde el propio ser.

Contrario a la religiosidad, la espiritualidad no tiene estructuras ni jerarquías, sino que es un aspecto individual que depende de la acción del espíritu de cada persona. Cuestionarse acerca del sentido de la vida es uno de los primeros pasos que nos acercan al desarrollo de la espiritualidad.

Esto nos lleva a reflexionar:

• ¿Cuál es la diferencia entre vivir desde la religiosidad y vivir desde la espiritualidad?
• ¿Por qué es importante la inteligencia espiritual?
• ¿Qué es el sufrimiento espiritual y cómo combatirlo?
• ¿Cuáles son los beneficios de fomentar la espiritualidad?
• ¿Cómo identificar la manera de conectar con nuestra espiritualidad?