SÍ. Se puede reparar a través de la himenoplastia, que es un procedimiento quirúrgico que repara y reconstruye la membrana que cubre la entrada de la vagina llamada himen.
Consiste en una operación rápida de 20-25 minutos en manos expertas, permite a las pacientes restablecer su himen o repararlo en caso de desgarros. Se realiza con anestesia local y un postoperatorio sencillo, la paciente no requiere de internamiento posterior al procedimiento, lo que significa que estas mujeres serán consideradas vírgenes nuevamente.
La causa más común para someterse a este procedimiento en otros países como el caso de las musulmanas y las gitanas, por ejemplo, son por presiones culturales o religiosas ya que representa la pureza para estas mujeres.
Otras, que son la minoría, lo hacen simplemente para satisfacción personal, satisfacer a su marido o a alguien especial en su vida. Se ve con mucha frecuencia en países desarrollados a prostitutas realizarse el procedimiento una y otra vez, para venderle su “virginidad” al mejor postor a un alto precio.
Antes de realizar el procedimiento, se requiere que la paciente tenga una evaluación pre-quirúrgica y un examen ginecológico completo.
¿Dónde se encuentra?
El himen es un tejido constituido por piel mucosa y tejido conjuntivo fibroso, constituye el límite entre la vulva, (parte externa) y la vagina (canal interno), se encuentra cerrando parcialmente la cavidad vaginal.
¿Cuál es su función?
Esta estructura anatómica, tiene un papel sociocultural muy importante, pero no desempeña un papel funcional conocido, algunos médicos refieren que sirve como barrera protectora contra las infecciones durante la niñez.
La importancia social del himen es que representa la virginidad, la pureza de la mujer. Para muchas culturas la presencia de éste es sumamente importante, puesto que entra en juego hasta la reputación de la familia completa.
Existen grandes variaciones en cuanto a su consistencia y tamaño de acuerdo a la edad de la paciente, antes de la adolescencia el tejido del himen es, generalmente, muy delgado y delicado.
En algunos casos puede ser pequeño, fino y flexible; en otros puede ser grueso y resistente hasta llegar a cerrar la entrada de la vagina, que no es lo más frecuente; esto puede traer problemas posteriores al momento de la primera menstruación.
El himen se puede observar separando los labios menores por debajo del meato urinario en la entrada hacia la vagina. También se han dado casos en que este no existe.
Cualquier actividad física que someta a tensión al himen puede lastimarlo. Por esta razón muchas niñas y adolescentes lastiman o dilatan su himen al involucrarse en actividades físicas como algunos deportes, montar a caballo, insertar o remover tampones y hasta podrían lastimarse mientras se masturban.
Cuando se produce la ruptura del himen ya sea por relaciones sexuales o partos, se quedan restos redondeados llamados carúnculas himeneales.
También puede darse el caso que una paciente pueda tenerlo suficientemente elástico que permita una penetración o coito sin necesidad de provocar un desgarro del mismo, y hasta tener varias relaciones con penetración sin producir cambios en él.
En conclusión, hay que tener pendiente que la ausencia o presencia del himen no define la virginidad, pues podemos estar ante hímenes intactos en pacientes con relaciones sexuales con penetración y pacientes que no hayan tenido relaciones con penetración con su himen desgarrado.
En cuanto a la primera relación sexual, el sangrar no indica virginidad, pues podemos estar ante un himen con poca irrigación sanguínea, por lo que no sangraría al momento de la primera penetración.
Toda mujer que quiera reparar su himen desgarrado por la causa que fuese, cuenta con médicos especialistas en nuestro país para practicarse éste procedimiento.
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