El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más diagnosticados en el mundo occidental, siendo en Estados Unidos la segunda causa principal de muerte por cáncer. Aunque factores como la edad, raza y antecedentes familiares son ampliamente reconocidos, se ha observado que la obesidad abdominal, un síntoma del estilo de vida occidental, también juega un papel importante.
Influencia de la dieta y estilo de vida en el riesgo de cáncer de próstata
Los hombres japoneses que migran a regiones occidentales en edades tempranas tienen riesgos comparables al hombre americano promedio de desarrollar este tipo de cáncer. Esto indica que la dieta y el estilo de vida pueden estar vinculados al desarrollo del cáncer de próstata.
Relación entre obesidad y cáncer de próstata
El índice de masa corporal (IMC) determina si una persona es obesa o no. Estudios clínicos han mostrado que hombres con IMC elevados tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de próstata. Aún más preocupante es que estos hombres, en sus cuarenta años, tienen un riesgo 58% mayor de padecer este cáncer.
Agresividad del tumor y obesidad
El estadio y la agresividad del tumor son esenciales al diagnosticar cáncer. En hombres con un IMC elevado, el cáncer tiende a presentarse en estadios más avanzados y con características más agresivas.
Causa subyacente: inflamación crónica
Tanto el cáncer como la obesidad comparten un proceso común: la inflamación crónica. El tejido adiposo produce una alta cantidad de proteínas inflamatorias, lo que puede contribuir al desarrollo de cáncer de próstata.
Recomendaciones para una vida sana
Ante el aumento global de casos de obesidad, es vital fomentar hábitos de vida saludables. Esto incluye una dieta equilibrada, suplementos vitamínicos adecuados y una rutina regular de ejercicio para mantener un metabolismo sano y reducir procesos inflamatorios.
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